Mi escalera de vida

En esta imagen se puede apreciar claramente una escalera con sus peldaños. Peldaños de piedra, irregulares, con una inclinación y una forma determinada. Vemos hierbas, piedras, arenilla y una luz al final o al inicio de la cueva, depende de la perspectiva.

Todas las escaleras tienen una historia que contar, te podrá gustar más o menos, es indiferente, porque no hay otra igual. Tú tienes tu propia escalera de la vida, es tuya, te pertenece, escúchala, preocúpate por ella, cuídala, revísala, mímala, ten paciencia, límpiala, suelta lo que no te aporte. Cada peldaño es único y siéntelo así, porque todos son diferentes pero cada uno esconde un aprendizaje que son fundamentales para ti, son tu vida.

Tú eres el dueño de tu escalera, así que el ritmo y los tiempos los marcas tú. Sube por los peldaños cuando puedas o cuando quieras, quédate en uno si lo necesitas hasta que tengas seguridad para avanzar, baja si lo precisas para tomar otra perspectiva, que no te importe lo que digan, lo que hagan. Escucha y aprende, pero tú, decides.

Y si en algún momento, no puedes, te falla tu autocontrol, STOP, reflexiona, pide ayuda, porque siempre habrá alguien que te entienda y te recuerde, que el protagonista eres tú, y sin ti, los peldaños ya no tienen sentido, ya no hay escalera. Lidera tu vida porque tú eres el auténtico protagonista.

Sin duda hay más escaleras, unas mejores, otras peores, pero ninguna como la tuya.

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