Hasta ahora, la mayoría de nosotros enfocábamos nuestra vida en el futuro. ¿Qué voy a hacer mañana?, ¿y el próximo sábado?, ¿qué haré en vacaciones?, etc. Pasábamos de puntillas por el presente para soñar y visualizar nuestro futuro.
Con la llegada de la pandemia del Covid19, este enfoque se está resquebrajando, ya que no podemos planificar ni a medio ni a largo plazo como hacíamos antes y esto, al ser humano le genera estrés, angustia y miedo en general.
Si apenas conocemos al virus que nos está atacando, este virus desolador, que no tiene piedad, que se cuela en tu casa sin apenas hacer ruido y cuando menos te lo esperas, estás “tocado”, y en muchas ocasiones “hundido”, menos aún podemos imaginar y/o proyectar el mañana. De ahí, que sea tan importante centrarnos en el aquí, en el bendito presente, siendo éste el momento de conocernos, de preguntarnos y de contestar desde nuestro interior, ¿Quién soy?, ¡Qué gran misterio! (como cita el libro).
Ahora sí tenemos tiempo (ese tiempo que antes no teníamos o no queríamos tener) para dedicarnos a nosotros mismos, para hablarnos, para escucharnos, porque esta es la mejor manera de ayudarnos a gestionar nuestra propia vida, a controlarnos, a escuchar y a sentir nuestras emociones, a aprender a gestionar y analizar esos pensamientos rumiantes y transformarlos en acciones, a enfocar la atención, a conocer dónde estamos y concentrarnos en esos pasos que tenemos que dar para seguir avanzando, creciendo, porque la vida continua. Todo esto puedes tomarlo como una Autoguía que te servirá para conocerte y para quererte. Y recuerda, el lenguaje interior es muy importante en nuestra vida y como tú te hables así repercutirá en el lenguaje social.
Sin embargo, también es cierto que es inevitable pensar en el deterioro económico que estamos sufriendo porque vivimos una situación de paro casi total; pero al ser ésta una situación mundial, la respuesta tendrá que ser a nivel mundial y debemos tener cierta confianza de que se van a presentar movimientos globales que ayuden a afrontar este contexto. Para ello, tendrán que adoptarse medidas políticas, sociales, económicas por parte de las personas que están en el poder y que tienen la obligación de ponerse de acuerdo, explicarlas y ejecutarlas. Es un gravísimo error plantear y afrontar un criterio global en términos individuales, ya que cada uno de nosotros solo podemos actuar en nuestra zona de control, de lo contrario sería aterrador y muy bloqueante.
Hay estudios que demuestran que de la adversidad siempre se saca un aprendizaje; y el ser humano tiene una gran capacidad de adaptación y de superación que también llamamos resiliencia. Estoy segura de que cada uno de nosotros va a aprender y/o a descubrir al menos una cualidad desconocida y AHORA, es el momento de explorarla.
En mi opinión, saldrán adelante aquellas personas que se adapten a este nuevo escenario de vida, y sobre todo aquellas que sitúen la vida en el centro, es decir, el centro de control dentro de sí mismas, que confíen en sus posibilidades para tomar sus decisiones, tengan esperanza en salir adelante y no se enfoquen a un solo reconocimiento externo.
Tenemos que vivir lo mejor posible nuestro presente,mentalizarnos que todo ha cambiado. Creer y saber que todo puede cambiar en décimas de segundo. Por eso, intenta ser lo más feliz que puedas, para lograrlo tenemos que querernos mucho y escucharnos a nosotros mismos. Con todo eso y pasito a pasito,construiremos nuestro mejor futuro. Besos y gracias por tanta ayuda!!
Como tu bien dices,hay que aprender de esta experiencia tan dura y sacar lo positivo..eso es lo que más me ha motivado a seguir intentando no pensar en lo que puede venir.Como siempre me ha encantado Rosa