Ahora más que nunca es vital cuidar todos los aspectos que tienen que ver con la atracción y retención del mejor talento. En muchas organizaciones, ya forman parte de su ADN, no obstante, hay que seguir trabajando en esto y concienciar en la importancia de invertir en estos aspectos si queremos fortalecer las organizaciones.
Flexibilidad en los horarios de trabajo para poder conciliar, teletrabajo de calidad, remuneraciones “a la carta”, fomentar un ambiente de trabajo motivador y sano, son algunas de ellas, posibles y fáciles de implantar. Sabemos con convicción que un empleado que se siente cuidado, satisfecho y feliz, es un empleado eficiente y productivo, tal que todo esfuerzo o inversión realizada para mejorar, provocará, con toda probabilidad, un beneficio mutuo entre organización y empleados.
Después de estos meses donde hemos estado en “modo supervivencia”, ahora toca movernos, pasar a la acción, a “modo crecimiento”. La mentalidad positiva es la mejor opción para seguir desarrollándonos y gozar de una buena salud emocional.
Pero, ¿Cómo está nuestra salud emocional?
Los profesionales de Recursos Humanos, tenemos un verdadero reto por delante, ¿difícil? sí, pero vital y apasionante a la vez. Retener el talento en esta nueva era profesional, es clave para que las organizaciones sigan vivas. Hoy, tenemos que escuchar a todos los trabajadores; compañeros, colegas y jefes, en definitiva, a las PERSONAS que forman la organización. En este momento, muchas de estas personas se encuentran “tocadas” emocionalmente hablando, y no saben muy bien cómo enfrentarse a esta nueva realidad. Escucharlos y que se sientan acompañados, marcará la diferencia.
Por mi experiencia profesional, las emociones no expresadas nunca mueren, son “enterradas vivas”. El problema, es que tarde o temprano salen, pero salen reforzadas en su peor versión. Ahora, más que nunca, las organizaciones tienen que invertir en medios y programas para velar por la salud emocional de sus empleados.
“Sin salud no hay vida, por tanto, la organización se muere”.
Como experiencia personal,puedo contar que esta situación en nuestro servicio ha generado muchísima motivación y hemos convertido una situación de riesgo y angustiosa en una oportunidad para mejorar la atención de nuestros pacientes.Todo ello a pesar de tener un cansancio físico y emocional que nos ha llevado a un agotamiento enorme.El contar con un jefe motivador y personal comprometido facilito que sacáramos lo mejor de nosotros mismos.Gracias Rosa.
Muy interesante. Que “las emociones inexpresadas nunca mueren, son enterradas vivas” es una gran verdad. Lo he visto muchas veces, pero nunca tan bien expresado.
Así es Diego, hay que escuchar y tratar las emociones, forman parte de nosotros. Gracias Diego 🙂
Muy interesante. Es muy necesario en estos momentos, y en general en nuestras vidas , tener personas cerca que nos escuchen y nos puedan ayudar con nuestras emociones e inquietudes
Ahora más que nunca es necesario liberar toda esa tensión que hemos ido acumulando en el confinamiento. Pensamientos, emociones y conductas tienen que estar alineadas para superar esta situación. Además de nuestra actitud para hacerlo, sentirnos escuchados y acompañados es clave para volver a recuperar el rumbo. Gracias Almudena 😉
Tener un jefe motivador y que nos guíe en esta adversidad es fundamental para avanzar. Ahora falta recuperarse del agotamiento físico y emoxional cómo bien dices. Aquí estoy para lo que necesites. Gracias Marta:)